lunes, 1 de septiembre de 2008

Lo Pasado, Pisado...

El otro día estaba en la casa de una amiga y me puse a mirar sus cosas mientras ella preparaba café en la cocina. No hay pasatiempo mas divertido cuando uno está en una casa ajena que revisar todo, si no lo hiciste probálo, no te vas a arrepentir.

Mientras revisaba las cosas de mi amiga me pasó algo que me dio un mareo leve. Encontré muchos items que pertenecían a la pre historia. Te estoy hablando de épocas en las que yo tenía 19 años, por ejemplo (muchas veces me cuesta comprender que en una época fui tan chico). Había cajas y cajas de cosas de mi amiga, que yo ya conocía por ser su amigo desde el año 1993, pero que ya no tienen razón de seguir existiendo. Son esas cosas que uno guarda en cajas para después nunca mas volver a abrirlas, esas cajas quedan cubiertas con polvo, lo que hay adentro de las cajas se pone mohoso o con olor a humedad. Ver todos esos items que se encontraban en las mismas cajas donde yo los había visto por última vez en mi adolescencia, te puedo asegurar que me mareó. Fue como ver un muerto caminar.
Mi amiga, desde que la conozco hasta ahora, se ha mudado infinidad de veces. Nunca tuvo la posibilidad de ser propietaria y es inquilina desde su emancipación. Ha paseado por todos los barrios de Buenos Aires: cajas, sus adornos del viaje a Disney en 1997, su ropa vieja que alguien se la había regalado (porque si ella se la compró, es una flor de hija de puta), cassettes, (que hace rato que ya no tiene donde escucharlos) videos en VHS y papeles, papeles, papeles. Fui a la cocina indignado y le dije “¿Me podés explicar porqué te seguís llevando a cada casa que te mudas, toda esa cantidad de porquerías que nunca vas a usar ni tocar?”. Ella mientras lavaba las tazas se quedó pensando y me contestó “Y... no se. Me da cosa tirarlas”.

Le da cosa tirarlas, dice. ¿Qué es lo qué te da cosa? ¿Por qué si uno puede vivir perfectamente sin esas cosas, se las sigue llevando como quien lleva una urna con la abuela cremada en su interior? Mirá que yo no soy una persona de andar con misticismos, metafísica y ni hablar de esoterismo, pero si tengo algo muy claro: Las posesiones de uno van acorde al momento que uno está pasando en la vida, y representan distintas partes de tu ser. En las posesiones tenemos energía nuestra depositada. Las cosas que compramos, no tienen porque quedarse con nosotros para siempre. De hecho, no deberían. Todo lo que acumulo no perteneciente a la realidad que vivo hoy, me mantiene con un pie en el pasado y otro en la actualidad.

Mientras tomábamos el café en silencio, me puse a pensar en la cantidad de cosas que he dejado diseminadas por todos los lugares donde he vivido. El primer lugar fue el colegio en Entre Ríos, al que asistí en 1989 / 90. A fin del año noventa me expulsaron de ese internado por ser demasiado subversivo. Tenía cajas con partituras, una bicicleta y ropa. Nunca mas volví a buscarlas. Me enviaron un telegrama una vez informándome que si no retiraba las cosas se la iban a dar a los pobres o algo así. Cosa que es imposible. Cualquiera que conozca Villa Libertador Gral. San Martín sabe que ahí no hay pobres. Nunca mas volví. Alguien debe haber encontrado un buen uso para esa bicicleta.

En el año 1996, a la edad de 20 años, tuve mi primer novio. Ya les voy a hablar de el en un post aparte, porque creo que la historia lo amerita, pero en resumidas cuentas, el tiempo que la pasamos bien juntos fue bastante poco. Realmente necesitaba salir de esa relación para no volver nunca mas. Y así lo hice. Dejé cosas que el me había regalado, algo de ropa también, y papeles míos. Nunca volví a buscarlos.

En el año 1997 tuve mi segundo y último novio, con el cual estuve siete años (ah si m'hijo, yo si me meto, me lo tomó full time). Si bien tengo los mejores recuerdos de mi relación con el (al cual también le voy a dedicar un post entero porque hay un antes y después de esa relación en mi vida), la separación fue bastante traumatica. No podíamos cortar con la relación pero tampoco podíamos seguir en los términos en los que estábamos. Para intentar salvar nuestra pareja, un año y pico antes de la separación, decidimos hacer mejoras en el departamento que habitábamos. Compramos muebles, pintamos, redecoramos, etc. En el momento de separarnos, hablamos de que cosas me correspondía tener yo y que cosas el. Resultó ser que la mayoría de las cosas eran mías, porque el había comprado mas que nada algunos electrodomésticos y se había encargado del gasto de albañilería y pintura. Imaginate que después de estar en esa casa tantos años, tenía toda mi vida desparramada entre cajones, estantes y demás receptáculos. Solamente me llevé lo que iba a necesitar. El resto de mis cosas siguen estando ahí desde el año 2004. Videos, fotos, muebles, vajilla, libros, CDs. Con el correr de los años, a medida que fui necesitando cosas, me lleve algunas posesiones de la casa de mi ex, pero el resto de las cosas siguen ahí guardadas, esperando a que yo las busque o a que mi ex en un brote de ira las tire todas a la mierda. Dudo que pase esto último. El, al igual que mi amiga, se aferra a las cosas que ya no son de su realidad actual.

En el momento en el que me mude de donde vivía con mi ex, no podía llevarme casi nada porque me estaba yendo a una pieza en la casa de una compañera de trabajo. El lugar era ínfimo, y tampoco sabía por cuanto tiempo me iba a quedar ahí. Así que encontré mi excusa perfecta para desentenderme de mis posesiones. Una vez que me mudé al primer departamento alquilado a mi nombre, pensé en que ahora si podría traerme las cosas. Pero después reconsideré: “No se si quiero armar una sucursal de la casa de mi ex, en mi casa. Mejor dejar esto como está”.

No se bien que pensar de lo que te cuento. Supongo que quería hablarlo porque ayer estuve justamente conversandolo con alguien y me quedé pensando. Es mejor tener los recuerdos en la memoria. Ahí pueden vivir sin obstaculizar tu vida. La ropa que ya no usas, dejala. Hay otro que la necesita y no tiene forma de comprarla y se va beneficiar mucho mas que tu placard. Los recuerdos dolorosos, tiralos. ¿Si te hacen mal para que querés tenerlos con vos? ¿Por si alguna vez tenes ganas de sentarte a rememorar? (dale...) Los papeles. Los papeles son un juntadero de mugre, y yo comprobé que si uno los guarda en cajas, probablemente sigan ahí guardados durante décadas, por no decir para siempre. Las cosas que guardamos sin necesidad están estorbando la llegada de otras nuevas. Esa es una realidad innegable.

Destapar. Liberar. Moverse. Renacer. Superarse. Recomenzar.

Todo esto es lo que se logra despojándose de lo que uno no necesita. Mi forma inconsciente de hacerlo la primera vez fue dejando mis cosas en Entre Ríos y no tener tiempo de volver a buscarlas. Cada vez que dejo cosas en algún lugar, nunca tengo la decisión mental de dejarlas para siempre. Pero se ve que mi cabeza dice: “Ya está. Esto forma parte del pasado”.

Lo pasado, pisado. Recién ahora entiendo el refrán. Que gil.

10 comentarios:

Anamaria Mccarthy dijo...

Hace poco me mudé y regalé como 3 bolsas de ropa, zapatos y algunos objetos. Fue un alivio ! Me sentí más liviana. Igual, hay algunos objetos, papeles, fotos y demás que no podría tirar... aunque hace mucho no los mire ni los use, se me hace imposible. Aunque los recuerdos uno los tiene en la memoria, quizás en el fondo tiene miedo que esa memoria no funcione y se pierdan. Esá bueno guardarlos, pero con discreción, no una maleta de cosas que nunca volverán a ser usadas.

Inspeculum dijo...

Grosso, como siempre. El delicado equilibrio entre guardar y tirar, subir y bajar y todas las antinomias que se te ocurran son los famosos senderos que se bifurcan, y todos sabemos a la perfección cuál es el que hay que tomar, amigo.
Ya estoy esperando desde ahorita los post sobre los novios. Prometen.
Haceme acordar que te haga un par de comentarios que acá no.
Abrazo grande, espero verte hoy, chabón, se te extraña!
A.

Anónimo dijo...

Platón creía que con la escritura se iba a perder la memoria (porque al tener todo escrito, la mente iba a poder vivir más relajada). Supongo que guardar papeles es una lucha contra el olvido... Pero ahora que lo pienso... ¿está bueno recordarlo todo? (Decime si no soy igual a Carrie B!!!!)

Marcelo dijo...

Viva:
Estoy de acuerdo, no estoy hablando de que tiremos todo lo pasado, sino deshacernos de lo innecesario, como hacen las serpientes con las escamas viejas! Gracias por pasar!

Albert:
Lo de los novios is coming soon. No pude ir ayer tampoco xq me habia colgado con un laburo y lo tenia que terminar sino me iban a cortar la poronga. El proximo martes estoy ahi sin falta!

Cami:
Sos igualita! Me gustó lo de Platón. Igual recordemos que nuestro cerebro es el disco rigido mas grande que hay...

Rosarioso dijo...

Soy bastante parecido a tu amiga... me cuesta bastante, pero de a poco me voy desprendiendo de lo que menos sentido tiene guardar.

Para que venga lo nuevo, hay que darle espacio, deshaciéndose de lo viejo. No me gusta, pero es así.

Saludos

Unknown dijo...

Mucha razón, Rosarioso. Tenes que poner el link de la pagina de la drag queen!
ja


besos

Marce

Anónimo dijo...

Caja de recuerdos.
Abrí una caja de recuerdos,
de tiempos pasados,
de tiempos olvidados.
Me encontré con cartas,
con viejas fotos,
con sentimientos olvidados.
Me encontré con mis ilusiones perdidas,
con mis sueños olvidados.
encontré a mi amiga de la infancia,
con quien juré no separarme,
amigas para siempre
habíamos soñado,
los años pasaron nos fuimos alejando,
cada una tomo su camino
y las distancias nos separaron,
Encontré fotos del chico que amaba,
del chico que anhelaba,
de quien robo mi corazón,
para después destrozarlo.
En un sobre dorado
hallé fotos y mensajes
de mi amigo de secundaria,
eran tiempos confusos
no sabía lo que sentía,
los años pasaron y me mostraron
lo importante de su amistad,
pero el tiempo fue más fuerte
y nos alejamos.
En un viejo diario
encontré mis equivocaciones,
encontré mis indecisiones.
Al final encontré,
los recuerdos más hermosos,
que había olvidado,
mis amigos del jardín,
mi primer día de clases.
El fin del primario,
mi campamento de verano.
Mis años de secundaria,
mis abuelos queridos,
mis mascotas de la infancia.
Recuerdos de amistades sinceras,
travesuras compartidas,
sueños conquistados,
la seguridad de una familia,
los consejos de mi madre,
la esperanza viva.

Publicado por miakayuki2006

http://simplementesola.blogcindario.com/2006/08/00012-caja-de-recuerdos.html

Marcelo dijo...

Esta bueno lo que pones. Esos son los recuerdos dignos de guardar.

besos!

Marce

Anónimo dijo...

Yo tb recien entiendo ese refrán recién ahora!! Me tenía que desligar de una relación de 8 años y medio...nunca fui a buscar lo que dejé allá. De todas maneras, hay cosas que guardo porque está bueno rememorarlas de vez en cuando...para no ser extremista: si bien todo ese qulombo pasado puede obstaculizar lo que viene, tampoco debemos olvidar de donde venimos.
M encantó el texto!
Anto

Marcelo dijo...

Tanto tiempo Anto! Hay que desprenderse de lo que está de mas, y uno sabe bien que es lo que está demas... uno siempre sabe que cosas son...

te mando un beso y gracias por pasar!

Marce